Se ha estrenado la fusta nueva…
Pero el verdadero castigo no fue físico…
De hecho prefiero mil veces la fusta, que el castigo que me
han impuesto…
Y es que hoy me ha tocado darme cuenta de lo torpe que puedo
llegar a ser, y de lo confiada que estaba...
Me he tomado la relación Amo-sumisa a la ligera con mi
Señor, como excusa estaba que El no tuviera mucha experiencia, pero le
subestime. No necesita experiencia alguna porque es un Dominante desde dentro y
cada día va conociéndome más, cada día va dándose cuenta de que me las doy de
lista. Hasta que me confío y meto la pata hasta el fondo. Lo admito, me he
ganado este castigo a pulso.
La pasada semana ha sido lo más cercano a una semana perfecta,
hemos compartido, hemos dormido juntos, bailamos, sesionamos, etc. Y este fin
de semana se suponía que mi Amo y Señor estaría ocupado con sus cosas
personales, como cada quince días. Yo le preparaba su casa para su disfrute y
apareció a media mañana con el desayuno:
-
Ven
deja eso un momento y desayúnate conmigo.
Para otras personas quizás sea una tontería, pero me hizo
tanta ilusión. Hasta me traía mi refresco preferido, nunca se ha olvidado ni
una sola vez que es lo que tomo. Y yo aun sin saber escoger un vino de su
agrado.
Al terminar de desayunar regresó a su trabajo y yo a las
labores de la casa de mi Amo. Estaba tan animada y contenta que me puse música
y las horas pasaron volando hasta que se me presento de nuevo en la casa. Me
asusto porque esta vez no le oí llegar, aun me faltaba para terminar pero la
mayoría de las cosas estaban hechas. Le oí trastear en la cocina e intentaba no
distraerme por curiosear que hacía para terminar rápido. El almuerzo, mi Amo
servía el almuerzo para los dos. No sabía qué hacer si reír o llorar de la
ilusión. Verle ahí todo resuelto compartiendo la comida en los platos,
sirviendo las bebidas, de nuevo El encargándose de que comiera.
Termine tarde, pero quede satisfecha y sé que El también lo
estaba. Nos despedimos, nos deseamos un buen fin de semana y me fui con mi
música para otro lado.
Ese día tuve que llevar a una amiga al edificio de un
conocido para que ella le limpiara, mi Amo no me dio permiso de que fuera yo
quien le limpiara a ese muchacho. Y sé que tiene razón, el muchacho en cuestión
a pesar de que sabe que tengo Amo y que a su vez es mi pareja; me ha dejado
claro que le gusto y que quisiera conocerme. La verdad, no entiendo que parte
de no estoy disponible no entiende, al final terminare por ser grosera, porque
lo menos que quiero son problemas con mi Amo. Pues eso, cumplí con llevar a
esta chica para que le limpiara y me fui directo a mi casa, y estuve limpiando
y manteniendo la mente ocupada hasta casi las 3:30 am.
El sábado nada más levantarme, me fui a comprar plantas y
ponerlas en las jardineras de la entrada del edificio donde vivo. Lave el
coche, que me pegue más de dos horas para limpiarlo bien por dentro y secarlo
mejor después de que la maquina lo lavara por fuera. Inevitable no acordarme de
Amo Solo y sus fotos a su sumisa eva en un auto lavado, falda subida, culo en
pompa, pecho contra el capot del coche y los cepillos rotando lavando la
carrocería del coche… ¡madre mía que fotos! Si es que cada vez que voy a lavar
el coche me acuerdo de ellos. Jajajajjajajjajajajajajajja
Llegando a casa recibo varios whatsapp de mi Señor que me
pregunta como llevo el día, le envío fotos, y a su vez el me envía la foto de
una fusta nueva. No sé si sonreír o llorar, que peligro…
-
Srta.
zar, es de las que se doblan mucho, algo me dice que son de las que dominan
grandes yeguas.
-
¡Pero si yo me porto bien!
-
Estoy
convencido que se portara mal y la usare.
-
Uisssssssssssssssss,
ya la oigo en sus nalgas.
Definitivamente no sonrío no, bueno sí; pero de nervios. Y
sigo viendo que escribe en el whatsapp.
-
Hoy la
quiero ver entre una mezcla de sexy y elegante a la vez a las 5:00pm en el
partido.
-
30
fustazos con mi nueva fusta si no lo consigue.
Uffff ahora sí que sonrío si, me quiere allí. Me ha pedido
que vaya de nuevo a pesar de que, bueno a pesar de que esta compartiendo con su
familia. Este hombre no deja de sorprenderme. Se y ya lo hemos hablado que ante
el mundo vainilla que nos rodea y a excepción de sus amigos mas íntimos, somos
amigos. Pero igual aun estando bajo la condición de amiga, me encanta estar
cerca del y los suyos. Por supuesto que me encanta y lo valoro muchísimo.
Preparo la ropa y se me ocurre llamar a una amiga que se que
a mi Amo no le importara que lleve conmigo, además ni permiso le pediré para
sorprenderle. Ella se une a mi petición y las dos enfundadas en vaqueros,
tacones y blusas sexys nos vamos al evento. Adicional llevo un chaquetón largo
bastante elegante, allí hará mucho frio.
La cara de mi Señor al vernos de lejos es de sonriente y me
contagia la sonrisa nada más verle. Nos saludamos de lejos y nos disponemos a
disfrutar del partido. Hoy ha jugado muy bien, me hace sentir orgullosa. Hoy
más.
Terminan el partido, y disfrutamos de la compañía de todos… mi
amiga y yo decimos que al salir de allí nos iremos a dar una vuelta y miro a mi
Amo delante de todos y le pregunto, podemos ¿no? El sonríe, y me suelta muerto
de la risa “me temo que mejor se queda
en casa estudiando” y yo le oigo, si; le oigo pero me lo he tomado a la
ligera. Después de un par de horas allí riéndonos y charlando con el equipo, mi
Amo sugiere irnos a tomar un chocolate a un lugar que me gusta muchísimo y
encantada de la vida para evitar que el momento de estar con Él se acabe,
secundamos de buena gana la sugerencia de mi Amo.
En la chocolatería lo pasamos genial, hablamos y compartimos
un rato súper agradable, de verdad me sentía plena. Y el tiempo corría llego la
hora de marcharnos y de que nos separáramos de mi Amo, allí nos despedimos. Y
mi amiga y yo decidimos dar una vuelta por La Laguna, hoy sábado suele haber
movimiento en los pubs y así mi amiga se toma algo y le agradezco que me
acompañara, además ella tiene mucho que celebrar y yo con ella.
Llamo a mi Amo para notificarle que estaremos en La Laguna y
me dice, no muy convencido: “valeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee”
como resignado. Y yo vuelvo a oírle y vuelvo a tomármelo a la ligera. Me sentía
con plena seguridad de que no tendría por qué importarle, ¿qué hay de malo de
que yo salga con una amiga cuando no tengo ojos sino para El?, ¿qué hay de malo
que salga y me meta en un pub; si no me interesara mirar a ningún hombre y
estaré todo el tiempo hablando del?
Pues nada… la valiente, atrevida y muy segura de sí misma
zarpetica estaciona y comienza a caminar por La Laguna abrazada de mi amiga
bajo mi paraguas cuando al pasar por delante de una tasca me fijo y reconozco a
una pareja de amigos de mi Amo. ¡Madre mía del amor hermoso! ¡Vaya sorpresa! Me
saludan con mucho cariño, le presento a mi amiga y allí inmediatamente el amigo
de mi Amo se encarga de llamarle y enviarle una foto mía que me saca sobre la
marcha para demostrarle que estoy con ellos.
Pssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
Menos mal que le había llamado para notificarle que estaría
por allí, si no; tremenda pillada ¿no?
Ilusa…
Allí estaríamos una media hora o quizás un poco más, ellos
nos invitan a tomar algo y al acabar se despiden que tienen que irse ya. Nos
piden que les acompañemos a otro local donde tienen cerca el coche y como mi
amiga y yo queríamos pasear accedemos. ¡Bien! aun era temprano, los pubs vacios,
la noche en La Laguna suele comenzar mas tarde. Al final mi amiga y yo volvemos
a quedarnos solas y ella sabiendo que tipo de música me gusta me sugiere
meternos en un pub de música latina…
Y allí pasamos un buen rato, hablando de “los chicos” que en
algunas cosas parecieran gemelos. A nosotras nos encantaría que ellos se
conocieran, nos reímos imaginándonos la situación, hablamos hablamos, hablamos
y hablamos. Nos reímos de las niñatas que están cerca de nosotras y comentamos
que allí en el local hay demasiada juventud… por un momento me siento mayor. Le
digo que quiero esperar a escuchar una bachata para grabarla con su móvil (mi
teléfono ya se había quedado muerto) y enviársela a mi Señor y al no sonar
ninguna, ella va al DJ directamente y la pide. No hay bachatas me dice,
jajajjajajajjaja pues vámonos, que yo esperaba por oír alguna. Nos reímos y
salimos del local. La lleve hasta su coche y nos despedimos. Llegue a mi casa y
ya en la cama y con el teléfono cargando le envío un whatsapp a mi Amo
diciéndole que ya estaba en casa a la 1:54 am.
A las 11:09 am recibo un whatsapp de mi Amo, es un link de
un contrato de sumisión. Mi cara es un poema, le respondo dándole los buenos
días y su respuesta no se hace esperar…
-
Buenos
serán para usted que disfruto de una buena noche infringiéndome una horrible a
mí.
-
¿Qué usted ha pasado una horrible noche por mi
culpa?
-
Lea ese
contrato y dígame si desea firmarlo.
-
Nuestros
dos meses se vencen y prefiero seguir con ese documento firmado, siempre que
usted así lo desee.
Ni he abierto el link, no tengo que hacerlo se perfectamente
la respuesta pero le respondo que lo leeré.
-
Es
evidente que he debido ser un pésimo Amo.
-
Eso no es cierto.
-
¿De verdad está enfadado porque salí con mi
amiga ayer?
-
Así me
hizo sentir esta madrugada.
Frases van, frases vienen y en cada una que recibo siento
que su enfado es de verdad y que está muy dolido.
-
Los
castigos de Sr Martin son tan buenos. Que seré mala constantemente. ¿Desea
firmar el contrato?
-
Aun no lo he leído pero le respondo sí. Me da
igual lo que ponga. Quiero lo que usted quiera.
-
Yo que
usted lo leería por qué no voy aceptar ni una queja si no está reflejado ahí.
Hablamos, hablamos, discutimos detalle a detalle y cada vez
estoy más convencida de mi metedura de pata, me siento fatal.
-
Me ha
faltado el respeto y lo sabe, lea el contrato dígame si lo firma y ya
hablaremos.
-
Lo siento de verdad no quise hacerle sentir así…
Y deme el castigo que desee lo acepto… no volverá a pasar.
-
Me
estoy empezando a cansar del “no volverá a pasar”.
Pssssssssssssssssssssssssss lloro, ya no aguanto más. Que
mal me siento ¡por favor!
-
Ya he leído el contrato y no tengo problema en
firmárselo.
-
Pues
fírmelo, pasare en un momento a recogerlo.
-
Yo no tengo como imprimirlo ahora, lo siento.
-
Redáctelo
a bolígrafo. No le llevara más de quince minutos. Voy bajando.
Mis nervios me traicionan y casi no puedo escribir, ya tenía
más de una hoja escrita cuando siento las llaves en la puerta. Me paralizo, soy
incapaz de escribir nada más. Y clavo mi mirada al suelo y me quedo sentada. El
llega y se sienta a mi lado, me ve lo escrito, me mira, me mira me pide que lo
mire y no puedo aguantar su mirada. Se le nota el enfado en su mirada, en sus
gestos. Habla de manera irónica, se mofa de mí, mis nervios me dan por reír y
se enfada aun más. Le digo que estoy nerviosa y empieza a preguntarme con que
me va a castigar, que tiene que ser con algo que de verdad me duela. Y se le
ocurre la brillante idea de decir que me va a castigar con su ausencia. Con que
yo no le vea. Me pregunta que cuantos días creo yo que me merezco. Me pongo muy
seria, no me gusta ese castigo, odio el castigo, odio el sentirme sola y
abandonada. El no poder verle, el no estar a su lado. Me coge del cabello, me
levanta de la silla al mismo tiempo que él se levanta, me pone contra la mesa,
me baja el pantalón y me mete los dedos en mi coño. Va a la sala, le oigo
trastear con algo y vuelve con la fusta nueva. Me da fustazos, primero uno, luego
otro, mete sus dedos en mi coño y a la vez me pregunta que cuantos días me
merezco de castigos. Le respondo que un día y se ríe, “no, eso es muy poco”. Estoy temblando y las lágrimas ya salen
solas, me resigno a estar castigada la semana y así se lo hago saber. Una
semana mi Señor y me contesta, una semana es mucho, entonces el castigado seria
yo. Sonrío, pero no por mucho tiempo, vuelve con los fustazos, está enfadado.
Me tiene totalmente excitada, asustada, temblorosa, son tantos sentimientos
juntos y tan diferentes, ¿Cómo puede ser posible eso? ¿Cómo puedo estar
disfrutando y quejándome a la vez? Me besa, me besa con pasión y yo le
respondo, suspiro por sus besos. Suelta la fusta y va a la sala de nuevo, viene
con mi vibrador me lo mete en el coño y me pide que me corra y me corro, dos
veces seguidas, pero estoy tan nerviosa que mi cuerpo no para de temblar. Me
arrodilla frente a Él, y saca su polla que esta empinada y dura,
instintivamente voy a lamérsela y la retira de mi cara. Le miro y me desafía
con las manos cogidas en su polla me la acerca de nuevo, saco la lengua y roza
su polla en mi lengua, pero no me deja disfrutar de ella…
-
Esto
tampoco lo tendrás, no tocaras mi polla. Ni me veras como mínimo un día. Y porque
es la primera vez, a ver si terminar de aprender a respetarme de una buena vez.
Se mete de nuevo la polla en su ropa interior, se abrocha
sus vaqueros y me deja allí de rodillas mientras lo hace en mi cara. Me siento
tan mal que mi cara debe haberlo reflejado, estoy tan arrepentida… me levanta y
me roza sus labios con los míos. ¡Pórtate bien! Termina de redactar el
contrato, fírmalo y estudia.
Antes de irse, se gira hacia mí. “Todos los castigos tienen un fin”. Y se marcha dejándome desolada y
triste. Empieza mi verdadero castigo. ¿Cómo me siento? No lo puedo expresar…
por primera vez me quedo sin palabras…
Mi Amo comienza a descubrirme y conmigo mis debilidades…. Y
no le tiembla el pulso en usar esa información cuando lo cree necesario…