En medio del verano, con muchas vivencias; sin prisas pero
sin freno… y siempre agradecida a mi Amo que es quien me ha permitido vivirlas…
Caras nuevas, ilusiones nuevas, alguna que otra decepción…
pero nada transcendental y de mayor importancia…
Perdura la esencia y perdura el sentimiento…
Perduran las verdaderas amistades y perdura la sinceridad…
¿Es fácil? NO, rotundamente no, pero valdrá la pena siempre…
porque realmente ocurre lo que desde el fondo de mi alma deseo… serle útil,
servirle, ser usable, ser suya… a veces incluso a desgana, a veces cansada,
pero si El así lo desea… así es!
Siempre le doy vueltas a las preguntas que me hacen, siempre
me preocupo de no dar una falsa proyección de mi relación con mi Amo… de mi
“papi” como muchos han oído llamarle…
Y de eso quiero hablar hoy:
Ante todo mi Amo y yo aunque empezamos esta relación siendo
Amo y sumisa… al convivir juntos y pasar por el día a día nos convertimos en
pareja, en una pareja antes que nada; compañeros del día a día, de lo cotidiano
que es la prioridad de nuestras vidas, con nuestra familia y nuestros hijos…
respetando eso, respetando esa convivencia con sinceridad, cariño y entrega de
ambos… Si es cierto que aun sin seguir el protocolo de tratarlo de usted o como
“mi Amo” hay detalles que intento mantener, como preguntarle si puedo ir a
cierto sitio o no, consultarle si hago esto o lo otro, a qué hora su comida,
siempre estamos en contacto… algunas veces me relajo y El me reclama, no; no
soy perfecta y si; si soy muy insumisa… pero no puedo evitarlo, y hasta hoy El
no ha logrado que yo cambie… quizás no quiera que cambie, en el fondo creo que
le gusta mi forma de ser… o evita conflictos conmigo… porque carácter tengo, y
mucho! Y acaso las personas cambian??? Sinceramente creo que no…
Aunque hemos compartido muchísimo con el grupo de personas
que hemos tenido la dicha de conocer e intimar en diferentes quedadas aquí en
casa o en lugares mágicos (para mí lo han sido cada instante vivido con ellos
ha sido mágico), extraño las sesiones a solas con mi Amo, le extraño mucho…
pero entiendo perfectamente que cada cosa tiene su momento y no hemos tenido
ese momento para dedicarnos a nosotros… estoy segura de que El también lo
extraña y mucho… Pero lo dicho las prioridades son otras, y cuando no se puede
no se puede…
No es fácil una convivencia en pareja, mucho menos fácil una
convivencia D/s; y el que diga lo contrario está mintiendo… ante todo somos
persona, cada uno de nosotros y no concibo que eso no sea respetable… y cada
quien necesita su propio espacio para aislarse y encontrarse a si mismo… Y
aceptarse, y quererse, y sentirse seguro del papel que está jugando en la vida…
quienes somos? Qué hacemos? Que queremos?
Y yo sé quien soy; soy madre, hija, hermana, nieta, sobrina,
mi familia es mi prioridad… después soy compañera y por ultimo soy su sumisa,
la de El!
Yo sé lo que hago, hago el bien y no el mal, hago y hago
cumplir mis prioridades, que ahora mismo son mi casa, nuestras cosas, mantener
nuestra armonía, porque vivo para mí y para El…
Y la verdad no sé qué es lo que quiero… pero ciertamente si
se lo que no quiero…
No quiero ver a los míos sufrir, no quiero ni hacer daño ni
permitir que me lo hagan, no quiero la monotonía del día a día, no quiero lo
cotidiano… no quiero dejar de ser sincera, no quiero dejar de ser quien soy, no
quiero hacer infeliz a nadie, no quiero sentirme inútil, no quisiera tener que
tomar decisiones muy importantes, no quisiera tener que dominar ciertas situaciones,
no quiero ser quien controle, no quiero rendirme…
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