jueves, 26 de septiembre de 2013

Relato Vivencial: 2013 Septiembre 26, SORPRENDIDA UN SABADO


Hoy he recibido un mensaje…

No lo esperaba y me he puesto realmente nerviosa, me coge en la peluquería donde hoy he pedido que me alisen el cabello, suelo hacerlo para ver lo largo que lo tengo ya… sigo cumpliendo mi promesa de no cortarlo y si; ya esta creciendo…

Llego a casa y me meto directamente en la ducha, me afeito, uso el gel para no maltratar mi piel y paso la afeitadora por todo mi coño para dejarlo suave, chequeo con mis dedos que así sea. Al pasar los cuatro dedos por la carne de mi sexo y sentirlo suave pienso en El, en que me hará hoy, ¿me comerá de nuevo el coño? Le gusta, le gusta mucho hacerlo y hacer que me corra con eso… es increíble como este hombre ha logrado cosas en mi cuerpo que nunca pensé que lograrían… correrme mientras me hacen sexo oral es una de ellas… mearme al mismo tiempo que me corro, es otra… y en esa casi lloro… madre mía, solo pensarlo ya estoy mojada ahora mismo.

Salgo de la ducha, mojada; y si, mojada por fuera y por dentro… mi cuerpo ya le desea, es increíble como la mente controla cada poro de mi cuerpo. Me seco, me pongo crema y me voy a vestir…

Hoy me he puesto mis medias al muslo de rejilla con pretina en el muslo de charol rojo, hoy estoy contenta y el rojo me sentirá muy bien, es alegre, y yo lo estoy… me puse una falda corta de volante negra; es de vinilo y lleva debajo un tul que la levanta bien. Mis zapatos de charol negros altísimos y para finalizar mi corset de pvc rojo atado atrás con cinta de raso rojo, no ajusta y no me saca cintura… pero mirándome en el espejo no queda nada mal… me veo atrevida y provocativa y eso quiero, así que look conseguido para sorprender una vez más a mi Amo Martin.

Coloco mi anillo, el perfume que tanto le gusta, cepillo mi cabello rubio y me maquillo; hoy solo rímel y algo de brillo en mis labios, ya el resto de la ropa está bastante exagerada como para meterme en grandes maquillajes…

Estoy ya lista y me voy a la sala a esperarle, ya es la hora no debe tardar porque El es muy puntual.

Escucho la moto, la puerta del edificio al abrirla, sus pasos por las escaleras y mi corazón comienza a latir a mil por hora. Siento sus llaves en la puerta, agacho la cabeza, uno mis manos detrás de mi espalda y respiro profundamente… automáticamente se me agudizan todos los sentidos.

Siento que me mira, levanto la mirada y le veo, me ve; y bajo la mirada con una sonrisa… el deja las cosas en el sillón de la sala y se dirige a mí y me levanta la cara para besarme. Me huele, me mira, me chequea… me pellizca mis pezones que saca fuera bajando un poco el corset… mete su mano entre mis piernas y me habla.

-         He venido a darle un merecido, esta semana acumulo usted muchos fallos juntos y hoy tendremos que hacerte respetar porque me da a mí que usted me respeta muy poco.

Le miro, sonrío, se está metiendo un farol para solo jugar, son excusas. Yo no he hecho nada mal y no lo he irrespetado ni en sueños…

-         No se ría, que hablo en serio.

No lo controlo, me rio, gruño jugando… me jala del cabello, serio…

-         He dicho que no te rías, hablo en serio. Empieza a respetarme de una vez.

Me pongo seria, bajo la cabeza y la mirada clavándola al suelo. Y pienso, pienso… si yo no he hecho nada mal… le miro y me atrevo a hablarle…

-         Dígame que he hecho para no volver hacerlo más.

-         Por supuesto que no lo harás mas, porque me vas a respetar. Tú no estás para hacerle favores a ningún dominante, ni estar llevando bolsitas a ningún sitio, eres mía y no volverás a ir a ningún lugar a hacerle ningún favor a ningún dominante nunca más a no ser que te lo pida yo.

Y no volverás a poner una foto tuya en el whatsapp sin mi consentimiento. Por lo de la bolsa al dominante son quince y por la foto son veinte.

-         ¡Arrodíllate!

Y me arrodillo, madre mía con lo que me duele a mí estar de rodillas, me cuesta soportar mi propio peso en mis rodillas. Si le sumas el cabreo que acabo de coger por saber que se ha enfadado por algo que no me va a costar cumplirle, solo me importa El, lo que El quiera y nadie más… No tengo ojos para nadie más y me siento tan completa y tan llena con El… ¿será que no lo ve? ¿No se lo he demostrado ya?

Le oigo como hurga en la mochila que trae y me pongo en cuatro patas echando mi pelo todo hacia delante esperando su collar. Me lo pone, El mismo lo coloca y mi cuello se viste… lo disfruto entre mi disgusto que yo mismo trato de calmar animándome mentalmente a mí misma, animo valdrá la pena demostrarle que le hare caso y que no volverá a pasar…

-         Levanta las manos.

Las levanto, y me coloca las muñequeras unidas por una cadena corta, no sé cuánto mide pero como máximo dos palmos… Aprovecho para mirarle, está contento, lo está disfrutando… y su cara me ha tranquilizado en el segundo que la vi. Vuelve al sillón y regresa con el antifaz que me coloca, me besa, nos fundimos en besos y le miro, le miro… se aparta de mí y lo detallo…

Lleva un polo azul marino, vaqueros desgastados y con algún roto; totalmente desenfadado,  zapatos marrones, cinturón de cuero marrón con perforaciones metalizadas. Miro al sillón y puedo ver la chaqueta de cuero marrón… le miro a Él y me encanta mirarle, su cordón de cuero negro al cuello asoma con esa cruz que lleva una serpiente enroscada de plata… me encanta, me encanta todo del… un reloj grande, como le gustan a Él; el de hoy es marrón… este no lo había visto nunca, ya le he contabilizado más de diez diferentes. Definitivamente los colecciona…

-         Así como estas, vete a la habitación del ordenador…

¡Joder! Odio caminar en cuatro, lo odio a muerte… y no me queda otra que ir despacio por el largo pasillo, las manos atadas me hacen dar pasos cortos que acompaño con mis rodillas cascadas por el duro y frio suelo… en el camino me paro y me da fustazos y nalgadas; quema y pica, empiezo a contar mentalmente… hoy lo voy a pasar mal…

Ya en la habitación…

-         ¡Levántate!

Y me levanto inmediatamente agradeciendo el no estar de rodillas más… Me coge los brazos, los eleva a los barrotes de la parte alta de la litera de la habitación del ordenador y me pasa la cadena de las muñequeras por uno de los barrotes dejándome atada así… ahí mismo me doy cuenta de que si no tuviera mis tacones puesto a ese barrote no podría llegar… respiro hondo, agacho mi cabeza y le siento detrás de mi…

Levanta mi falda y comienza la ronda de fustazos, nalgadas y meter sus dedos en mi coño… esta vez o estoy más sensible o he sentido las nalgadas más duras y los fustazos con mas ímpetu… me da que le está cogiendo el gusto… va cogiendo confianza y sabe que lo voy aguantar, por El, lo voy aguantar…

-         Hoy no te quiero oír quejarte, aguantas y me demuestras que me respetas aguantando todo lo que te haga sin rechistar, como te oiga la mas mínima queja súmale veinte mas…

Me cago en todo lo que se menea…. Grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr  ¿¿¿va en serio??? Si es que encima hoy que está siendo más rudo… ¡Joder! ¡Joder!

Se va de la habitación, no le oigo estoy intentando concentrarme en mi y en no quejarme que los zapatos tan altos molestan, los brazos en alto molestan, y mis nalgas hoy se antojaron de estar sensibles… grrrrrrrrrrrrrr mucho en que concentrarme…

Regresa y le veo, me besa y cierro los ojos para recibir más besos y siento que toca mis pezones, los aprieta, los estira y les coloca pizas… ¡Joderrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr! ¡Que no las soporto! Pero vamos a ver…. ¿Acaso no lo sabe ya? Me muerdo la lengua no pienso quejarme, respiro hondo… lo hace adrede, hoy si me castiga… respiro hondo y trato de pensar en otra cosa… me besa, sonríe y me besa y mete sus dedos en mi coño… mas nalgadas, mas fustazos… y yo ahogo mis lamentos.

Ya van más de veinticinco, sigo contando mentalmente y me concentro en que pronto todo terminara, ya solo queda aguantar un poco más…

¡Ilusa de mí!

Vuelve a salir de la habitación, le oigo trastear con la bolsa, y sé lo que viene: juegos con los dildos…

Si, ciertamente toca juego con ellos, pero antes lubricante en mi culo, dedos que lo esparcen todo y el rosario que comienza a meter mi Amo a la fuerza en mi cerrado ano… molesta, molesta y lo mete no sé hasta que bola, desde la tercera duele y molesta… y son más de diez…

Más nalgadas, mas azotes… por mis quejas,  mueve las pinzas de mis pechos y aguanto, cierro los ojos y aguanto…

Me retira el rosario de silicona de mi culo y comienzo a gritarle que no lo haga… odio el olor, lo odio y sé que aún quedan azotes y no quiero sentirme sucia…

-         Shhhhhhhhhhhhhh  ¿o quieres que te sume veinte más?

Mete en mi coño ahora el dildo, mi dildo y me folla el coño con el… uffffffffffff me relaja, me gusta mucho, esto lo disfruto olvidándome de los zapatos, los brazos y las pinzas en mis tetas… pero dura poco…

Suelta mis muñequeras del barrote alto, y las vuelve a encadenar al barrote a la altura de mi cintura, me obliga a inclinarme y dejar mi culo en pompa ofreciéndoselo. Vuelve a poner lubricante en mi culo y me mete el dedo hasta el fondo, fuerte… intento relajarme, pero me duele… no me quejo aguanto, pero me duele… vuelve a sacar el dedo y vuelve a poner lubricante y creo que esta vez mete dos dedos hasta el fondo de nuevo y los mueve, le oigo relamerse de gusto, le gusta joderme, sabe que me tiene a su merced y que puede hacer conmigo lo que quiera y me lo deja claro, si que me lo deja claro… y lo disfruta…

Retira los dedos y mete el dildo en mi coño…

-         Aquí no te quejas ¿no? Esto sí que te gusta si… este lo conoces bien…

Es mi vibrador, sí que lo conozco… le digo que si me gusta, que me gusta mucho…

-         No se te ocurra correrte, mas te vale no correrte… hoy quiero follarte el culo.

Respiro hondo, me saca el vibrador y me lo intenta meter en el culo, ejerce fuerza y consigue meter la punta y siento que lo empuja… mientras me frota el coño con sus dedos juega con mi sexo mientras sigue forzando mi culo con el dildo…

Me muerdo, muerdo mi mano intentando aguantar, me duele y los nervios me hacen cerrar mi culo aun mas… se retira y me da nalgadas de nuevo…

-         ¿Cuántas van?

-         Treinta ya mi Amo.

-         Como va a ser ¿ya? ¿tan pronto? ¿no me engañas?

Me desata las muñequeras de la barra de la litera y me deja incorporarme… cuando va a sacar la primera pinza de mi pecho derecho grito sin poder controlarlo, duleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee muchísimo y me rompo en llanto con miedo cuando veo que quita la otra y aunque duele menos, duele también… es tanto lo que me retuerzo,  que me he quitado los zapatos y las medias se me han caído… me abraza, me besa, me besa por todos lados y con mis manos en ambos pechos intento relajarlos…

Intenta quitarme el corset y me doy la vuelta para que lo desate, me coge de la mano y me lleva a la otra habitación; nuestra habitación. Me besa…

-         Has aguantado… te has portado muy bien… arrodíllate…

Me espera delante de mí su sexo bajo el vaquero, una polla que espera con ganas ser comida… y con vaquero y todo pego mi boca a ella y comienzo a morderla con ganas… mi Amo sonríe, me coge de la cabeza y me empuja contra El.

-         Quítame los pantalones.

Y obedezco, ya se me han olvidado, las pinzas, el culo, los fustazos y las nalgadas… me vuelvo como desesperada por meterme la polla de mi Amo en mi boca y nada más bajar sus vaqueros pego la boca a sus bóxers, le miro; sonríe. Le bajo los bóxers y su polla sale cayendo en mi cara buscando mi boca y la abro, mi Amo empuja la polla hasta el fondo de mi garganta jalando por mi cabeza hacia El para asegurarse de que no saldrá la polla de mi boca, arcadas… me suelta… pero respiro y vuelvo a comérmela hasta el fondo, cojo la polla con mis dos manos y comienzo a chuparla, lamerla, la vuelvo a meter hasta el fondo y mi Amo vuelve a cogerme por la cabeza apretándome contra El… le oigo disfrutar, le oigo gemir y me vuelve loca cuando lo hace, no paro de chuparle, lamerle, vuelvo a metérmela yo misma hasta el fondo hasta sentir mis arcadas, la retiro, respiro y lo repito de nuevo… babas… le disfruto sabe demasiado bien… siempre sabe bien… El se coge su polla y comienza a darme cachetadas con ella en la cara, esta dura, muy dura…

Me levanta del suelo y me sube al borde de la cama poniéndome en cuatro…

-         Aun me faltan cinco mi Amo…

-         Si, y ahora te las daré…

Miro por el espejo la estampa: mi Amo de pie detrás de mí, se ha quitado el polo pero aun calzado y con la ropa interior y sus vaqueros a media pierna y yo desnuda con la falda a la cintura… me coge de las nalgas y mete su polla totalmente erecta en mi coño mojado… me embiste, fuertemente… se que en nada me correré…

No parara de embestirme fuertemente hasta no oírme correrme… y me corro,  estallándome un orgasmo con mucha fuerza que me hace tensar todo mi cuerpo… me ha cogido de los brazos y me ha obligado a arquear aun mas mi espalda y no para de follarme rítmicamente… me suelta los brazos y me coge de las nalgas con fuerza y bombea en mi coño híper mojado con su polla, con ganas, con fuerzas hasta que le oigo…

-         Si, si… siiiiiiiiiiiiiiiiiiii, siiiiiiiiii, SIIIIIIIIIIIIIII…

Lo grita, y yo me aprieto contra El, temblando de placer… corriéndome de gusto al oírle, me pone oírle gritar, me pone muchísimo…

¡Ainssssssssss como me gustan las sorpresas de mi Señor Martin!

martes, 24 de septiembre de 2013

Relato Vivencial: 2013 Septiembre 24, MALA SEMANA


Tengo la firme convicción que es mejor esperarse siempre lo peor… porque luego el más mínimo detalle ¡LLENA!

Me vais a disculpar con mis “pato aventuras” pero ahora que vivo sola, que carezco de amigas cercanas (o mejor dicho ya las tengo suficientemente locas por el whatsApp con mis cosas), os toca a vosotros cargar con el “palo de agua que cae”… o sea; mis reflexiones… Sinceramente ya os compadezco… ¡Vaya la que os ha tocado!

Esta semana se presentaba terriblemente mala, pero cuando digo mala es mala de las malísimas. La menstruación por aparecer, un humor de perros de esos que yo misma me muerdo, huelga en mi centro de estudios, nada que hacer…

Primero que mi ex ya tiene sumisa, y sinceramente desde el fondo del corazón me alegro muchísimo, si no es eso lo que me molesta… lo que me cabrea es la falta de sinceridad, la falta de honestidad y ver con el tiempo, EL TIEMPO; mi mágico amigo el tiempo me demuestra que no estaba equivocada. Nunca le guste, nunca le llene y nunca se tomo en serio lo de guiarme, dominarme, controlarme, etc. Y ¿por qué lo digo? Porque ahora si tiene lo que siempre ha querido: una sumisa masoquista. Y yo soy la primera que los felicito, porque eso era realmente lo que tenía que haber buscado hace tiempo y no haberme utilizado a mí. Porque eso es lo que siento, me utilizaba… más de quince años de experiencia dice que tiene en el BDSM, y yo desde el minuto uno le dije soy novata, pero siento esa necesidad de ser dominada, de ser controlada; confié en El, en sus años de experiencia y me entregue a ciegas y totalmente sin reservas. Di la cara por El, luche por esa relación contra viento y marea y ¿para qué? Para darme cuenta de que era una total farsa, una relación BDSM de cara a la galería, un teatro… puse todo de mi parte y más, hasta lo que no debería haber puesto… nada sirvió… y hoy por hoy, se el porqué. Falta de sinceridad de su parte. Falta de honestidad. Comodidad. Conformarse. Y son palabras que no pienso permitir de nuevo en mi vida. ¡No más! Y me alegro que El haya recapacitado y rectificado y hoy tenga a su lado a la persona con esas cualidades que de verdad si le gustan, ahora si tiene posibilidades, ahora sí. Pero a mí el cabreo de sentirme engañada por casi un año no me lo quita nadie…

Y como soy sincera lo digo, le pique a quien le pique, a las pruebas me remito…

Mi sumisión no es de masoquista, mi sumisión es mental, soy servicial, soy una esclava servicial y necesito un hombre (incluso lo he sentido ya con una mujer) que sea Dominante de naturaleza, de sentimientos, de esencia. Un hombre que quiera y sepa saber controlar, dominar, guiar, engatusar, etc.… Ese hombre con su mezcla de adulador y arrogancia que me cale hasta los huesos, que me impone y me hace ponerme nerviosa… pero El, que me ponga nerviosa El, no las situaciones, ni los horarios, ni otras cosas… que sea la esencia del, mi solo pensamiento en El, me ponen nerviosa.

Y lo he conseguido, y lo paso mal, porque a este hombre no lo tengo las 24 horas del día, no; a este hombre no lo domino yo, no lo controlo yo, no se hace lo que yo quiera. Y me pregunto, ¿si ya le pertenezco a un Dominante a mi medida? ¿Por qué sufro?

Sencillo, sufro porque realmente no es mío; yo soy del.

Sufro porque no me necesita, ni a mí ni a nadie para El vivir.

Sufro porque maneja mi tiempo a su antojo, y solo disfruto cuando exige de mi tiempo para estar con él.

Sufro porque le quiero y me muero de celos.

Sufro porque temo perderle.

Sufro porque me aterra fallarle.

Y si te ves en una semana con tanto tiempo libre para comerte la cabeza, lo llegas a pasar mal. Pero entonces, esperando lo peor; amargándome sin siquiera estar a mediados de semana… casi que al comienzo… algo, un detalle; te ¡LLENA!

Es martes y me envía un mensaje…

-            ¿Qué haces?

-            Nada, acostada en mi cama viendo la televisión, respondiendo mensajes por el teléfono… poco más.

-            ¿sabes de qué tengo ganas?

-            No, la verdad que no lo sé.

-            Tengo ganas de besar tus labios.

-            Uffffffffff

Yo terminando de poner la ultima f de mi largo uffffffff y las llaves que hacen ruido en la puerta principal de mi casa, la puerta se abre; me incorporo en la cama, me quedo sentada sabiendo que es El, solo puede ser EL.. Al verle entrar en mi habitación es tal mi emoción que me ha dado por abrazarme a Él y no soltarme, fuerte le abrazo fuerte. Me aferro a ese abrazo como si fuera un sueño del que no quiero despertar. Le oigo reírse, y yo estoy sufriendo; ¿cómo es posible que el solo poder abrazarle me LLENE tanto?…

Me besa, le beso; solo ha pasado a verme. Y yo con unas fachas horribles, se lo digo que como es posible que no me avise, me miro al espejo y me espanta que El me vea como me veo yo, horrible… Pero El sonríe, le enseño que he cocinado y le ofrezco, me lo acepta pero me avisa que no tiene tiempo para nada más. Y yo le agradezco con la más sincera de mis sonrisas la sorpresa. Madre mía que feliz soy. Gracias, gracias, gracias, gracias.

Son las 2am, yo sin poder dormir. Leyendo, pensándole, feliz de haberle visto, pero con mariposas en el estomago porque no está aquí, porque no estoy con El. Porque no puedo hacer lo que me da la gana, estar con EL.

Le envío un mensaje, se que está despierto; es lo que tienen los duelos… en vela con familiares y conocidos… no es un familiar el difunto y por eso me atrevo…

-            Mi Amo le deseo mucho ¿puedo masturbarme?

Espero, espero, sigo esperando. Sé que ha llegado el mensaje, pero ya sabemos que no siempre se sabe cuándo o no ha sido leído… hasta que leo que está escribiendo… ¡sonrío! Nerviosa pero sonrío…

-            No, no tiene permiso. Espere por mí una hora.

Es que literalmente salte de la cama, una hora para tener la casa lista y yo bañada, perfumada y lista para El. Ahora no me va a conseguir desarreglada…

Y en una hora llego… y sí, me ¡LLENO!

Pero sinceramente creo que yo también le llene a Él, porque estaba tan pletórica, tan contenta, tan agradecida, tan ¡LLENA!

Lamerle su sexo, chuparle, metérmelo completamente en la boca, hasta ahí en donde provoca esas arcadas y donde debo parar… tragármelo completo sacando los dientes y rayándole con ellos el tronco de su sexo duro y erecto. No puedo meterlo completo pero lo intento en cada embestida, soy yo quien me follo mi boca, soy yo quien intenta tragarse su sexo. Pero no puedo y El empuja, me babeo, repito arcadas, tozo, chupo de nuevo, respiro y me preparo para la siguiente embestida profunda, me gusta, mucho y lo disfruto. Como me gusta comerle, podría estar una hora así, le miro, El me disfruta, vuelve a empujarme de nuevo, y vuelvo a sentir en la profundidad de mi garganta su sexo, de nuevo arcadas… cualquier día me vomito… cada vez son más profundas y es que quiero tragármelo completamente. Lamo sus genitales, le chupo, cojo con mi mano su sexo y le masturbo, sin parar de lamerle, sin parar de chuparle, ahora le chupo su glande, me encanta su sabor, es diferente, sabe bien, sabe muy bien, me gusta, lo disfruto y me gusta y El lo disfruta también…

Es miércoles y muy temprano se va, se supone que no le veré mas hoy, es el entierro… su hijo menor en casa…

Pero le he visto, se ha acercado a verme esta tarde… no puedo dar detalles, pero ha sido especial ha conocido a una de mis amigas… hoy creo que ha venido a marcar terreno, como se diría vulgarmente; me ha meado encima… y yo como buena perra me he dejado.

Hoy jueves, me pregunta si le invito a almorzar… y hemos pasado una hermosa tarde juntos… yo revoltosa como siempre y el castigándome… y castigada me dejo… pero con una sonrisa en mi cara que difícilmente alguien pueda borrar…

Vaya semana, y aun no acaba… y esperaba que fuera una de las peores… sinceramente me conformo… no tengo interés de saber cómo serán mejores…

Solo quiero de estas, ¡muchas más!

viernes, 20 de septiembre de 2013

Relato Vivencial: 2013 Septiembre 20, MI PRIMER CASTIGO DE MANOS DEL SEÑOR MARTIN


Mañana 18 de Octubre del 2013, Cumplimos un mes…

Y ya hemos sesionado muchas veces…

En mi teléfono cuando entran esos mensajes como: “La quiero lista a las 8pm de zar en mi casa” o “este lista pasare por su casa sobre las 5pm” no tengo que explicar mucho mas como me pongo ¿no?, ya me conocéis…

La primera vez fue en su casa, un viernes, el día 20 de septiembre; me pidió verme allí a las 6pm. Recuerdo la cara de mi amiga de visita en mi casa cuando me vio vestida y lista para ir al encuentro de mi Señor, su cara era un poema. Le veía en su cara infinidad de preguntas y solo se me ocurrió decirle, tranquila voy a estar bien te enviare un mensaje confirmándote que estoy bien.

Recibí una orden especifica, ir vestida como zar (a mi Señor le ha dado por no quererme llamar zarpetica) y llevar todos mis juguetes. Cogí todo lo que tengo lo lave previamente antes de guardarlo en mi maletín negro de mano. Me bañe y acicale poniendo cuidado en todos esos detalles que me gustan en mi cuerpo, antes de cada sesión y esta vez puse aun mas cuidados si se puede… quería impresionar. Ligeramente maquillada y bien perfumada; me puse mis medias al muslo negras, una falda corta muy corta; negra con un volante que dejaba ver mis medias al muslo y mostraba algo de mis nalgas, mi corset preferido; negro de vinilo y mis zapatos de charol negro altos. Busque el collar, ¡Su collar! y sentí escalofríos cuando me lo puse. Y para finalizar, me vestí mi chaquetón negro largo que me llega a media pierna tapando toda mi indumentaria logrando así poder salir de casa de manera muy discreta. No, no me puse nada de ropa interior y eso ya me tenía totalmente excitada.

Pues bien, una vez habiéndome despedido de mi amiga y tras la promesa de escribirle asegurándole que estaría bien, me puse en marcha a la casa de mi Señor.

Es una zona residencial que me gusta, y la verdad es que me pongo muy nerviosa nada más llegar; pues aun el día es muy claro, mucha luz como para ir forrada de abrigo largo. Parezco la mujer cuervo. Ya me han avisado que la puerta de la entrada estará abierta para mí. Me estaciono cerca, me bajo y me dirijo directamente a la puerta sin mirar a ningún lado que no sea el suelo que piso, nerviosa.

Entro y tras de mi cierro la puerta y ahí está El… enfundado en un vaquero y una camisa blanca que lleva las mangas largas remangadas a medio brazo, sexy; se ve sexy. Recién duchado y huele a Dioses… tiene una copa de vino tinto, esperaba por mi…

Suelto el bolso que traigo con los juguetes y pongo mis manos atrás, estoy muyyyyyyyyy nerviosa, bajo la cabeza y miro al suelo, incluso por momentos cierro los ojos; lo prefiero para dejarme llevar…

Se acerca, me besa, me huele y comienza a abrirme los botones de la chaqueta que ocultan a una zarpetica excitada a mil por hora. Y Él lo siente, lo sabe, sonríe y habla sé que me habla pero yo apenas le oigo, sé que me pregunta cosas a todo digo si, si mi Señor, sí; si, ¡sí!

Ya sin chaqueta, me siento desnuda bajo su penetrante mirada, le veo en la cara que le gusta lo que ve, si que le gusta. Se toma su tiempo para mirarme y sigue disfrutando de su vino mientras no deja de clavar su mirada en mi. Me impone, estoy atacada de los nervios, tengo la risa floja y tontorrona, le pregunto si le gusta.

-            Sí, mucho. Muchísimo.

Sonrío, me gusta aun mucho mas a mi gustarle. Lo que El debe estar sintiendo ahora lo estoy sintiendo yo multiplicado por mil.

Me inspecciona, me mete mano y se da cuenta que no llevo ropa interior y que estoy totalmente mojada y excitada.

Me tapa los ojos con un fular del, me lo ata sin dejarme visión alguna y en el segundo siguiente el resto de mis sentidos se activan instantáneamente dejándome aun más sensible con lo que escucho, huelo, pruebo y siento. Le oigo moverse, huelo y percibo más aun su aroma, sus besos me saben más intensos y el más mínimo roce me excita aun más si cabe… Jala de mi cabello, una mano ha cogido un buen manojo de mis cabellos y me mueve mi cabeza a su antojo; obligándome a levantar la cabeza para ser besada por El. Me obliga a arrodillarme ante El y besarle su sexo sobre los vaqueros, su polla esta dura y pronto no tendrá espacio suficiente en esos vaqueros. Y pareciera que se enfada por ello obligándome a levantarme de sopetón y llevarme hacia la cocina. No deja de jalarme por el cabello.

Me coloca las muñequeras y jala de la cadena que las une y sin soltarme con la otra mano libre siento como tira de la mesa de la cocina, hace mucho ruido, un estruendo, oigo como dos sillas caen al suelo son pesadas y hacen demasiado ruido que me asusta de repente. Le oigo gruñir, y me dice que coloque mi pecho sobre la mesa, me obliga a inclinarme, me hace estirar mis brazos hacia lo largo de la mesa. De la cadena de las muñequeras siento como pasa una cuerda que ata a las patas de la mesa impidiéndome bajar los brazos. Estoy de pie en el borde de la mesa y llevo los brazos estirados a lo largo de la mesa sobre mi cabeza y sin poder recogerlos. Ladeo la cabeza y respiro intento respirar.

Se toma su tiempo con las cuerdas y entonces siento como comienza a atar mis tobillos a las pata de la mesa, obligándome a abrir las piernas de par en par. No es nada cómoda la posición pero por una extraña razón me siento aliviada de estar atada y expuesta a su voluntad, comienzo a disfrutarlo.

Me levanta la falda dejando mis nalgas expuestas y es cuando me pregunta…

-            A ver señorita zar, ¿cuando usted me pidió permiso ayer para salir con su amiga a donde iba a ir?

La pregunta me coge de sorpresa, por unos segundos no ubicaba la pregunta en el contexto del momento. Hasta que mis bloqueadas neuronas supieron a que se refería…

-            Ohhhhhh mi Señor, fuimos a escuchar cantar a una chica…

-            Si, así es: y usted pidió permiso para un par de horas. ¿Cierto?

Ya sabía yo perfectamente por donde iban las preguntas y la mala intención de ellas, los nervios me hicieron reírme; se enfado.

-            No se ría, que yo no lo hago. Entonces ¿en qué quedamos? ¿usted para que pidió permiso?

Me entro el pánico, ya que El sabía perfectamente toda la información. Yo se lo había dicho esa misma mañana: Recibí un mensaje de la Sra. Akasha una persona que considero más que amiga y yo misma la invite a que se reuniera con mi amiga y conmigo donde estábamos. Y al terminar el evento, la Sra. Akasha nos invito a mi amiga y a mí a tomarnos algo en otro sitio y aceptamos de buena gana. Llegamos a casa, mi amiga y yo sobre las tres de la mañana.

-            Pero yo le conté…

-            Shhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. ¿contésteme para que pidió permiso usted?

-            Ohhhhhh! Tiene razón mi Señor, pero usted ya dormía cuando llego la Sra. Akasha y no pude avisarle… no quise interrumpir su sueño… (entre mas hablaba mas la cagaba y mas sentía que se molestaba)

-            Dígame señorita zar, ¿Quién le dio permiso para irse con una domina a tomarse algo a otro sitio?

Trague saliva, respire hondo y solté la verdadera respuesta posible que obviamente el ya sabia y hacía rato quería escuchar…

-            Nadie mi Señor.

-            Quiero oírle contar los fustazos que se ha ganado. Son quince.

La verdad es que ya no recuerdo ni cuantos fueron, si diez, si quince o si veinte… hoy por hoy he pagado ya muchos fustazos, normal en mi y en mis meteduras de pata…

Pero ciertamente me los dio y bien merecidos estaban, y pensar que me los hubiera ahorrado de buena gana con un solo mensaje a Su teléfono…

Alternaba los fustazos, con caricias en mis nalgas y con meterme dedos en mi coño completamente mojado, a punto de correrme muchas veces y pedí por poder hacerlo y me lo negó todas las veces, lo suplique y me lo negaba, seguía dándome fustazos y tocándome, provocándome; si así me va a castigar siempre, me da que no dejare de portarme mal… exquisito… disfrutados hasta el último… y si, aunque cueste creerlo, deseando mas…

En cuanto terminó de darme el último, me penetro con sus dedos aun mas fuerte volviéndome loca de placer al decirme que ahora si podía correrme, y me corrí en el segundo siguiente de habérmelo dicho…

Me deja allí atada aun respirando acelerada cuando le escucho hurgando en una bolsa, imagino que es la de los juguetes y me lleva a la boca mi vibrador, lo reconozco al lamerlo; me dice que lo moje, que lo empape bien y lo saca de mi boca para llevarlo a mi coño. Me folla con el poniéndome a cien, logrando que me corra por segunda vez, me lo permite; me deja de nuevo correrme. Estallo de placer pero mi Señor no piensa dejarme tranquila, sigue jugando con mi sexo y esta vez con la misma humedad de mi sexo comienza a mojar mi culo. Aprieto mis ojos y tenso mi mandíbula nerviosa, ¿qué voy a decir? ¿Qué no me gusta que me follen por el culo? Sufro sintiéndole jugar con mi culo. Pero va alternando sus caricias de nuevo, con las intenciones de dilatarme el ano, me siento totalmente vulnerable bajo sus manos y eso hace que mi cuerpo se mantenga excitado, hasta el punto de volver a desearle. Se toma su tiempo jugando conmigo, con mi coño y mi culo. Introduce en mi culo otro dildo diferente, uno que puede introducir llenando mi coño y mi culo al mismo tiempo, me jala del cabello cuando me escucha gemir, me obliga a girar la cara y a besarle, esta excitado al verme disfrutar tanto y es cierto, lo estoy disfrutando, mi cuerpo disfruta cada cosa que me hace…

-            ¡Pero bueno! ¿Cuántas veces se va a correr usted hoy señorita zar? Si aun no la he follado…

Diossssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss… este hombre me parte en dos…

Me quito el fular de los ojos, me beso y comenzó a quitarse la ropa. Mientras aun llevaba dentro de mi coño y mi culo el dildo doble, sentí como lo retiro y acto seguido me penetro con su polla el coño. Me follo allí atada en su mesa, las embestidas eran duras, con mucha fuerza y ganas y al mismo tiempo jalaba de mi cabello obligando que mi cabeza se girara para ofrecerle mi boca y besarme, me besaba… volví a sentir esa ola de calor esta vez más profundo, salía de mi coño completamente lleno de su dura polla.

-            Mi Señor por favor, pare que me corro…

-            Córrete zorra, vuelve a correrte.

Mi tercer orgasmo me hace soltar un grito ahogado…

El me hablaba, gemía; yo gritaba, gemía tanto o más que El. Rota, sin fuerzas ya…

Siento como saca su polla de mi coño y la embiste en mi culo, no puedo creerlo, mi primera reacción es tensarme y le escucho decir “ahora me toca a mi correrme zorra”. Palabras mágicas que logran que mi cuerpo se ofrezca a Él. Su polla entro en mi culo, me relaje, mordí  el fular y me prepare para recibir las embestidas. Comenzó a follarme el culo sin parar, cogiéndome las nalgas con fuerza, pasándome la mano por la espalda, jalándome el cabello, volviéndome realmente loca de placer, estaba ahí amarrada, abierta, expuesta a Él para ser follada a su gusto y eso era lo que hacía. Volvió a excitarme de tal manera que sentí que me volvería a correr, y se lo dije… le dije que me correría, casi no podía ni hablar, no lograba articular palabra y El, no paraba de golpearme hasta el fondo de mi ser y en cuanto escuche el “sí, tienes permiso; córrete” grite, grite con todas mis fuerzas loca de excitación sintiendo como el orgasmo me llenaba todo el cuerpo… y cuando le escuche a El correrse… cuando le escuche gritar “sí, sí; que bueno, si me corro, sí; Dios, que bueno, me corro… me corro…”  y dejo caer su cuerpo sobre mi besándome el cuello, sintiéndole su respiración acelerada tanto o más que la mía…

 ¡Fue mágico!

Me dieron ganas de llorar, pero esta vez lagrimas de felicidad…

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Relato Vivencial: 2013 Septiembre 18, EL SEÑOR MARTIN Y SU COLLAR


Estoy aterrada, los nervios me matan. ¿Cómo es posible que sea capaz de hacer algo igual? ¿De dónde saco fuerzas? ¿Cómo se me ocurre hacerle caso a un desconocido?

Estoy mal, debo estarlo… soy adicta a estas emociones fuertes, si no; ¿qué otra explicación tiene que me exponga tan vulnerable en manos de alguien desconocido?

No, no respondáis… si es que lo sé perfectamente… soy atrevida y aun tomo riesgos, aun me aventuro en la búsqueda de lo imposible, de lo difícil… “Mi Señor”

Y aquí estoy levantándome más temprano que de costumbre, bañándome a conciencia, crema por todo el cuerpo, enfundada en mis vaqueros, tacones de vértigo (nada aconsejables para viajar), blusa semitransparente negra, pelo rizado, maquillaje ligero, perfume… ¡Lista!

Me despido con lágrimas a punto de caer, agradecida, regreso llena de amor y cariño, regreso fuerte y completa.

El avión con un ligero retraso que da tiempo a los últimos mensajes antes de apagar el móvil… Y juega conmigo, con mis nervios, con la información que maneja…

-          ¿Cuánto me ha dicho usted que mide señorita zar?

-          Ainsssssssss, yo… yo mido 1,64 ¿¿¿¿por????

-          Ufff, ¿y me ha dicho que se ha puesto tacones? ¿Cuánto miden esos tacones?

-          ¡Por favor! No me haga esto… sonrío nerviosa…

-          Le hago una pregunta conteste.

-          Miden unos diez centímetros son los más altos que tengo, usted así lo pidió…

-          ¡Vaya! No sé yo si llegue a sus expectativas en cuanto altura… tendré que ponerme yo también algo de tacón…

Su ironía me mata, me tiene jodida. Si es que el me tiene más que vista, mis fotos, mi webcam y yo solo tengo del un par de fotos, donde solo una pareciera que sí que es alto… su perfil en badoo decía que 1,85 recuerdo que fue una de las cosas que me llamo la atención… joooooooooooooooo que nervios… ¿¿¿y si no eran verdad??? ¿¿¿Cuánta gente miente en creaciones de perfiles??? ¿¿¿Cuantas???

Aquí estoy bloqueada sin poder ni imaginar que ocurrirá… perdida ya por El, sin siquiera aun verle en persona, parezco loca mi cara es un poema leyendo los mensajes que llegan, a veces rio de puro nervio a veces tiemblo por lo mismo…

Hora de apagar el teléfono, abordando al avión y me escribe…

-          ¿¿¿Podrá estar sin hablar conmigo más de dos horas???

Y qué remedio pienso yo… no depende de mí… y me hace sonreír…

Dejo Barcelona a mis pies cuando el avión despega, se ve inmensa allí abajo, enorme. Me recuerda las veces que he subido a un avión dejando ciudades así de grades detrás de mí. Muchas han sido y muchas sensaciones he vivido montada en esos aviones, pero ahora solo siento felicidad, alegría de que regreso y que allí estará El, ¡esperándome a mí!

Llegamos y sin aun levantarme del asiento pongo operativo el teléfono de nuevo, el resto lo hago en medio de un trance, sudo, los nervios me juegan una mala pasada y casi no puedo ni dar un paso, siento que las piernas no me responden, madre mía ¿¿¿que estoy haciendo??? Saco fuerzas y voy a retirar mi maleta y me dispongo a salir… no miro a nadie, no busco a nadie, me limito a salir por la izquierda y me paro en seco mirando al teléfono cuando le veo acercarse…

Es alto, muy alto… ni con mis tacones diez le llego, me besa, le beso, me abraza y le huelo, le siento, cierro los ojos y le siento… me sonríe, le sonrío… madre mía ¡qué guapo es! ¡¡¡Aun mas en persona!!!

Va en vaqueros… gafas de sol… huele a Dioses… lleva un reloj enorme… me gusta todo lo que veo…

Me ayuda con la maleta y nos vamos hacia el aparcamiento… coche blanco, deportivo, digno de un soltero poco familiar… es un conquistador nato.

-          Seguro que tienes hambre vamos para que comas algo.

¿¿¿Qué demonios voy a comer con el delante??? Me pone nerviosa su sola presencia, impone y mucho.

Conduce hacia el norte, me lleva a un restaurante decorado con un pulcro blanco por todos lados, vistas al mar que se antoja de estar hoy hermoso. Nos traen las cartas y el pide para los dos…

¡Bien! Me habla, me pregunta; yo respondo; el vuelve a preguntar, me vuelve a hablar, me mira a los ojos; le miro…

Me ofrece ser suya por los “próximos dos meses”, bajo prueba; El se hará cargo de mi como sumisa sin poder romper el trato y yo me centrare en someterme a Él ese mismo tiempo sin poder hacer cambios en el trato… Pone en duda que yo logre cumplirlo, levanto la cara orgullosa y le desafío con la mirada, “ya veremos, ya veremos” son sus palabras… Y es que sabe leer mis caras, sabe que aun no confío en El, sabe que no me lo creo, que me lo estoy tomando como un juego…

Terminamos de comer, yo a penas probé bocado los nervios me tienen aturdida, siento calor, me siento sudada incomoda con la ropa los zapatos me matan son más de las 4pm y llevo la misma ropa desde las 7am… ¡quiero ducharmeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!

Pero en sus planes aun no está incluida mi ducha y el ponerme cómoda… me lleva a una terraza hermosa, unas vistas preciosas, el mar; ¡mi bello mar! Pide de nuevo por mi sabe que pedir, sabe que me gusta tomar… Le miro, me mira, me coge la mano, le acaricio, aprovecho y le toco es real, si es real y estoy aquí en este hermoso lugar con ¡El! Hablamos, seguimos hablando, me habla de sus amigos, me habla de sus hijos, me habla del…

Cae el sol y con él la tarde, las horas han pasado y le ruego que me lleve ya a casa, no aguanto más los vaqueros ajustados, los tacones altos y siento incomodidad hasta con mi propio olor… ya no huelo a fresco a recién bañada y eso me pone aun más nerviosa.

Por fin me lleva a casa, sabe perfectamente donde vivo y me lleva directamente por la zona, le sugiero donde estacionar y me ayuda con las maletas para entrar a mi casa. Hace muchos días que no estoy en casa, me preocupa como pueda estar la casa, y al entrar me doy cuenta que no tenía razón de preocuparme, todo sigue igual… no está limpio pero esta todo en su sitio… El me pregunta como consigo la casa y le digo que no está limpia y sonríe diciéndome “mejor no vea la mía” ainssssssssssssssss ya me veo organizándole la casa a El también… Me ve dando vueltas por la casa, le ofrezco no sé ni que, porque no sé ni lo que tengo…

-          ¿Usted no se iba a dar una ducha? Hágalo mientras yo veré su casa.

Me desnudo en el baño y me meto en la ducha, le oigo caminar por la casa, le oigo abrir y cerrar los armarios de las habitaciones, quiero salir rápido de la ducha y no dejarle tanto tiempo solo a sus anchas en mi casa. Salgo, me seco y me envuelvo en la toalla para ir a la sala y abrir la maleta. Comienzo a sacar las cosas, dos botellas de vino para Él, le enseño las tobilleras nuevas, las muñequeras nuevas, el collar nuevo, el antifaz y mi ropa interior nueva aun sin estrenar… me pide que me vista para El. Coge las llaves de mi casa y sale pidiéndome que esté lista para cuando vuelva…
Me pongo crema en el cuerpo, me visto con la ropa interior, me pongo unos zapatos negros altos y le espero…

Cuando entra a casa y me ve, veo en su cara que le gusta lo que ve; me pide que me acerque a Él, coge el collar y me pregunta de nuevo…

-          ¿Entonces aceptas ser mi sumisa por los próximos dos meses? Me obedecerás en todo lo que te pida y cuando te lo pida.

-          Si

-          Si ¿qué?

-          Sí, ¡mi Señor!

Me coloca el collar, sonrío complacida… por dentro siento que me va a salir el corazón, ¿es cierto esto? ¿Me está pasando? ¿Me está pidiendo de verdad que sea suya solo por dos meses?

Me besa, me deja besarle; me acaricia, me dejo acariciar; me desnuda, y me toca íntimamente; y yo me derrito por ¡El! Le deseo, le deseo dentro de mí y me posee… hay ganas de ambos, muchas ganas y allí mismo en medio del caos de maletas abiertas y las cosas por todos lados nos damos placer mutuamente… intenso, con fuerza, estamos que ardemos, y somos los dos… estamos haciendo real nuestros deseos, nuestras largas charlas en las noches, estamos tocándonos, oliéndonos, probándonos, sintiéndonos…

Me gusta todo lo que hace, con la fuerza que lo hace, me gusta que me disfrute…

No fueron 15 minutos, ni 30; fueron horas a su disposición, entregada a sus juegos y posturas…

Nos duchamos, no cabe en mi ducha; madre mía ¡qué alto es!

Esa noche la pasó conmigo, no me dejó sola… ¿¿¿dormir??? Poco ¡la verdad! Pero acompañada de su abrazo y sus besos…